El escritor y filósofo español Fernando Savater fue despedido del periódico El País, diario que contribuyó a fundar y en el que se desempeñaba como columnista desde hace 47 años, por las críticas a su línea editorial formuladas en un libro de aparición inminente y replicadas en una entrevista, en la cual acusó al medio de haberse convertido en "portavoz del peor Gobierno que ha tenido la democracia española desde la muerte del dictador Francisco Franco" y de acoger una "desafortunada invasión femenina".
"Carne gobernada", libro de Savater que llega este martes a las librerías españolas, es una suerte de memoria intelectual que narra la bifurcación ideológica que llevó al filósofo a tomar cada vez más distancia de los ideales progresistas y agrietó su vínculo con el periódico de cuya génesis había participado allá por 1976, en la prometedora época que siguió al oscurantismo franquista.
Dicen los medios españoles que fue la actual directora del periódico, María José "Pepa" Bueno, la encargada de comunicarle a Savater que su labor en El País había concluido. Hacía meses que esa relación estaba rota, producto de la brecha ideológica cada vez más pronunciada entre la línea editorial del diario y las ideas del escritor vasco que semanalmente firmaba una columna en sus páginas.
El golpe de gracia llegó con una entrevista en la que el autor de "La tarea del héroe" franqueó a otro medio español, El Mundo, su decepción por la dirección que había asumido el medio. "Ha cambiado mucho: de haber sido un periódico crítico, plural... a convertirse en un medio gubernamental abiertamente", destacó en diálogo con la periodista Maite Rico.
Las críticas vertidas en la entrevista no son más que una versión condensada de los cuestionamientos incluidos en su libro "Carne gobernada". "De ser un diario progresista, de centro izquierda, con las virtudes y defectos propios del caso, pasó a convertirse en un portavoz gubernamental y del peor Gobierno que ha tenido la democracia española desde la muerte del dictador (Francisco Franco). Eso naturalmente socavó el prestigio del periódico, que de ser el diario de referencia pasó a convertirse en un risible epítome de la prensa al servicio de la política", plantea Savater.
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En su libro, Savater, hasta ahora el columnista más veterano del diario junto con Félix de Azúa, dedica varias páginas a la evolución del periódico en los últimos años, especialmente desde que inició su columna de los sábados tras la muerte de su mujer, Sara Torres, en 2015. Mientras alude al clivaje del diario, el ensayista no deja de hablar de sí mismo y de su propio recorrido desde su actividad antifranquista durante la dictadura y denuncia del terrorismo de ETA hasta sus actuales postulados contrarios a la deriva progresista del gobierno de Pedro Sánchez.
"¿Por qué conserva la izquierda tan buena fama en nuestro país, a pesar de los crueles fracasos históricos que ha sufrido allí donde se ha impuesto de manera imperativa? Por una mirada sesgada que ha establecido la norma de juzgar a la izquierda por sus intenciones y a la derecha por sus resultados", dice el filósofo en un adelanto de la obra que publica El Confidencial.
"Los principios y métodos de la derecha han conseguido sin duda las mejores y más competentes sociedades democráticas allí donde se han aplicado: en ninguna parte ni en ninguna época ha habido mejores sistemas políticos donde vivir y la prueba es que la gente huye de los países comunistas a los capitalistas, nunca al revés", analiza.
Pero las críticas de Savater no solo apuntan a la supuesta deriva política de El País, ya que en su nuevo libro dice lo siguente sobre la intervención de algunas mujeres en su staff: "Otro elemento que empeora este diario otrora prestigioso es una desafortunada invasión femenina. En un momento como el actual, en que los mejores columnistas en todos los medios son mujeres y algunos ya casi no leemos otra cosa, en EP nos ha tocado el lote menos lucido: tanto las de casa como las importadas, salvo las honrosas y escasas excepciones de rigor, son tan sectarias y aburridas como los varones con quienes se codean. Así no hay manera de remontar el partido".