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"Les discas no tenemos posibilidades de ejercer nuestra sexualidad"

La locutora y docente Julia Risso nos propone una mirada alternativa a la hegemónica: ¿El deseo es natural? ¿El placer está normalizado? ¿Qué se encuentra una persona con discapacidad al momento de tener citas y vincularse sexoafectivamente con otres?

Generalmente, en los medios de comunicación y en el imaginario social, se vincula a les discas —personas con discapacidad— con conceptos como "inclusión", "valentía", "pureza" y "limitaciones". Sin embargo, esta nota te propone algo que dista de este discurso que se queda atrasado, que es vago y que idealiza a este colectivo que, en realidad, viene a romperlo todo. Les discas vienen a revolucionar lo "normal" para que entiendas que vos no tenés nada que enseñarles, que elles deciden cómo vivir y qué necesitan para que el mundo sea realmente accesible.

Julia Risso, locutora, docente y activista disca, nos trae numerosos cuestionamientos para obligarnos a salirnos de las casillas establecidas: ¿El deseo es natural? ¿El placer está normalizado? ¿Qué es realmente la inclusión y la accesibilidad? ¿Qué se encuentra una persona con discapacidad al momento de tener citas y vincularse sexoafectivamente con otres?

 

Infonews: ¿Se puede reeducar el deseo, deconstruirlo? ¿Es algo que está pasando?

Julia Risso: Bueno respecto a si se puede reeducar el deseo, yo creo que sí, que en realidad más que reeducar se puede poner en cuestionamiento, se puede repensar. Reeducar me suena más como algo que se debe corregir, pero yo creo que se puede cuestionar en realidad que el deseo también es algo marcado por los límites de la hegemonía. Que el deseo nunca es genuino, que el deseo nunca es algo natural, sino que tiene patrones de conducta que están súper establecidos por lo social y en general digo, nos enseñan a desear determinado tipo de cuerpos, determinado tipo de mentes también, de tipos de conductas, de géneros, de identidades, ¿no? Y todo lo que deseamos por fuera de esos límites, en general está tomado como morbo, como lo raro, lo ajeno.

Yo no sé si se puede reeducar, pero creo que sí podemos ser conscientes en realidad de que lo que deseamos no es completamente genuino, que no es nuestro incluso. Yo creo que ese repensar nuestro deseo está sucediendo. Creo que las personas con discapacidad tenemos grandes tareas, y una de ellas es ampliar los límites de nuestros reclamos. Cuando ampliemos los márgenes de nuestras luchas vamos a entender que también pasa por el ejercicio de la sexualidad.

He escuchado a mucho profesional de la salud y de la educación hablando de la sexualidad y la discapacidad, pero, en realidad, lo que falta es menos pensar en estos discursos y más en que no tenemos ámbitos para ejercer nuestra sexualidad. Habría que pensar que de nada nos sirve ya que pensar que las personas con discapacidad tenemos sexualidad, porque nos quedamos en premisas tan básicas pero no tenemos posibilidades reales de ejercerla. Entonces, creo que está pasando, pero desde lo discursivo, no desde la práctica.

Habría que pensar que de nada nos sirve ya pensar que las personas con discapacidad tenemos sexualidad, porque nos quedamos en premisas tan básicas pero no tenemos posibilidades reales de ejercerla.

 

Infonews: ¿Qué pensás del concepto de asistencia sexual? ¿Existe un marco de regulación legal para elles?

JR: En primer lugar, no es un trabajo que esté regulado, es trabajo sexual y sabemos la situación en nuestro país: no tienen acceso a derechos laborales. Yo estoy posicionada desde el concepto de que el trabajo sexual es trabajo y, por lo tanto, la asistencia sexual también lo es.

Y creo que es una opción, que no debería ser una una obligación, no debería ser una norma, no debería ser algo que todas las personas tienen que hacer en su vida. Es una opción para las personas con discapacidad que lo necesiten, ya sea en soledad, en pareja, en grupo, en la forma que cada una se vincule. Y digo que es una opción, porque a veces algunas familias incurren en discursos como: "Bueno, yo quiero que una trabajadora sexual enseñe —a mi familiar con discapacidad— cómo masturbarse para tener placer, y que le enseñe tal y tal cosa". Y, la verdad es que en la medida en que en que sea posible, en la intimidad, en la medida en que la persona tenga espacios para estar sola, solo, sole, la sexualidad de alguna manera se empieza a ejercer.

A mí me da temor que la figura del asistente sexual se introduzca en la vida de una persona para poder normalizar ese placer, para decir... "Bueno, en realidad lo que da placer es meter el pene adentro de tal lugar, es que se toque el capuchón del clítoris o el glande del clítoris, por ejemplo. O que las zonas erógenas son las tetas, la vulva, la vagina... pero quizá esa persona descubrió en soledad que le genera placer tocarse la axila, que sé yo. Entonces, a ver, me da temor que se utilice como herramienta para normalizar la sexualidad.

 

Infonews: ¿Qué discursos circulan en el imaginario social respecto a una persona disca en el ámbito de la identidad, la sexualidad y las formas de relacionarse?

JR: Bueno, creo que hay uno muy legalizado, muy legitimado por familias, por profesionales de la salud, terapeutas... ¿Qué es esto de bueno? Las personas con discapacidad tienen sexualidad, son seres sexuados, son seres deseantes, son seres que pueden ser deseados, no son eternos niños, no deben infantilizarse, bla bla bla... Todo eso que en el discurso es muy bonito, pero, en realidad se nota que está pensado por personas sin discapacidad. ¿Por qué? Porque se queda sólo en lo discursivo. Y a esto me refería a cuando hay que ampliar los márgenes de nuestra lucha, nuestra lucha tiene que ser por entrar en los lugares donde se disputa la sexualidad.

Nosotres no podemos pensar que tenemos sexualidad y no entrar en las discusiones, por ejemplo, por la legalización del aborto. Para nosotres fue difícil el acceso a esa discusión. ¿Qué pasa si les discas no podemos participar del 8M? No estamos en cifras de violencia de género, por ejemplo. Eso pasa por ahí en ámbitos más políticos, más de militancia. Vamos a pedir acceso a métodos anticonceptivos a centros de salud y nos lo niegan, nos piden que vayamos acompañades. O vamos a denunciar a una persona que ejerce violencia de género sobre nosotres y no nos creen. O si la persona violenta tiene discapacidad, tampoco nos creen. Contamos un abuso y no nos toman la denuncia. O también lo contrario: creen que toda relación sexual es no consentida, que cuando la persona con discapacidad tiene relaciones es una violación. Eso también pasa mucho.

El otro día lo hablaba con una abogada que que que trabaja el Ministerio de Justicia, que me decía esto. La cantidad de causas que tenemos que se cierran porque una persona sin discapacidad inicia una denuncia por abuso a una persona con discapacidad y en realidad la persona con discapacidad termina diciendo esto fue consentido por que yo lo quise así. Y, en cambio piensan que toda relación sexual es un abuso. Es tremendo.

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Ejercer nuestra sexualidad es todo eso y también es hasta ir a tomar una cerveza a un bar y no tener barreras de accesibilidad, ir a un boliche y que nos dejen entrar. ¿Cuántos casos de personas hay que los han sacado de boliches por ir en una silla de ruedas y decirles que ocupa mucho lugar? ¿Cuántos bares ciento por ciento accesibles conocemos? Digo, hoy los bares tienen todos banquetas para sentarte de esas que miden como 1 metro 20 ¿no? Digo, no digo que une siempre vaya a buscar a alguien para pasar la noche en un bar, pero por ahí sí. ¿Las aplicaciones de citas son accesibles para personas ciegas? ¿Por qué se manejan solo por imagen? Digo: ¿tienen descripción de imagen? Bueno, ahí es donde tenemos que ampliar las luchas.

El otro día yo decía algo de los albergues transitorios, de los telos, en mis historias, y un montón de personas me respondieron. Yo estaba muy sorprendida, ¡porque de verdad es una realidad! O sea, una persona con discapacidad tiene ganas de de ir a un telo, tiene ganas de ir a garchar con alguien o de dormir abrazado o lo que sea con alguien a un lugar íntimo, y por ahí no puede acceder porque no es accesible. Porque hay solamente escaleras hasta en la entrada, porque no hay una rampa, porque el baño no está adaptado, no sé, un montón de cosas. La sexualidad incluye mucho, entonces digo que hay que entrar ya en ese discurso; hay que saltar el relato este de que tenemos sexualidad, ya nos queda chico. Hay que hablar del ejercicio de la sexualidad, ¿de dónde lo tenemos habilitado? Me parece que eso incomoda mucho a las personas sin discapacidad, esto de que digamos que no existen telos accesibles les ponen los pelos de punta. Ir a decirle al dueño de un bar: "Che, mirá, no puedo hacer pis en tu bar porque no tiene el inodoro alto" o, "Che, acá no entra una silla de ruedas ¿dónde puedo ir al baño?". Y después de todo eso pensar qué pasa con las personas con las que nos queremos vincular.

¿Qué pasa con las militancias también? ¿Los espacios LGBTIQA+ son accesibles? Y no hablo solo de que el lugar físico lo sea, sino también me pregunto: ¿nos reciben? ¿están abiertes a incomodarse? ¿están abiertes a ser un apoyo? Cuando digo esto es permitir sortear juntes barreras de accesibilidad y acompañarnos a que podamos marchar y militar.

¿Está abierta la marcha del Orgullo que se hace en noviembre para personas con discapacidad o siempre las vemos marchando soles? Acá es realmente necesario construir una interseccionalidad real, no de cartón, no del flyer de Instagram. Todavía falta muchísimo para eso, todavía vemos colectivos recontra relegados por la falta de accesibilidad necesaria para garantizar la participación y, que al final, nos la generamos entre nosotres mismes —les relegades—.

 

Infonews: ¿Nos podés contar tu experiencia en citas?

JR: Es una fiaca vivir diciendo lo que hay que hacer, pero bueno, me parece importante politizar un poco la experiencia personal porque las mismas cosas le suceden a un montón de gente. Últimamente me viene pasando ahora que soy más grande y que me vinculo con gente también má grande, que se viene repitiendo la palabra morbo, como que mi cuerpo atrae porque generan morbo.

Me lo vienen diciendo sin consentimiento, tipo no porque en realidad el morbo se genera a través de un acuerdo, si no es porque yo voy con ganas simplemente de conocer a alguien y ese alguien me dice "bueno, es que en realidad tu cuerpo me genera morbo, por eso tengo interés". En realidad deviene de darse cuenta de que el cuerpo es hiper cosificado y reducido a la discapacidad, ¿no?

A ver, si entrás a una página porno, una de las categorías siempre es "morbo", y ahí dentro estamos personas con discapacidad, personas gordas, personas negras, personas trans. Digo, todo eso es tomado como definición del morbo. Y la etimología de la palabra es "atracción a algo desagradable". Entonces, pensemos qué es lo que siente una persona con discapacidad cuando se la toma de esa manera. Cuando una persona se siente atraída y a esa atracción la denomina como 'morbo'. Es una palabra muy utilizada en el cotidiano y no sabemos bien en realidad lo que es.

Entonces, bueno, me permito hacer esa esa observación de algo que me viene pasando mucho últimamente y que me entristece bastante, porque es algo que no es consentido, digo, no es que yo conozco personas en... no sé, en un círculo de BDSM —donde la base es que las prácticas son consensuadas—. Esto también tiene que ser un acuerdo, el que yo tome como fetiche a una persona por su altura, por su cuerpo. ¿O sea, por qué? ¿Por qué yo tomo como 'morbo' a una persona, y por ahí ese aspecto de su vida le hace sufrir un montón, o tal vez se siente incómoda?

Pero bueno, después hay de todo. Te encontrás con una persona en una red tipo Tinder y cuando te agrega a Instagram y ve que militás por la discapacidad, se borra o te deja de hablar o te bloquea. O que ve que tenés un cuerpo hiper disca, entonces, bueno, 'chau, te bloqueo'. Me ha pasado y un montón de veces, como si en la apps de citas no se notara. Y también siempre tengo esas dudas sobre qué hacer: ¿pongo que se vea por completo mi altura o no? Ahora opto por eso y, obviamente, el número de matches no es el mismo que antes... pero, bueno, creo que son estrategias que cada une las va encontrando en relación a la fortaleza que vas creando.

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