Por Cecilia DíazY cuando te des vuelta, Eruca va a seguir estando acá
Como cuando estás en un ensayo: te das vuelta y tus compas están ahí. Pasaron 15 años desde el día que Lula, Brenda y Gabriel armaron uno de los tríos más fuertes del rock nacional y lo festejaron con un show en el que demostraron que la comunión musical sigue intacta, que logran unir sus individualidades para lograr algo más.
03 de diciembre de 2022 - 09:08
Por Cecilia DíazQuizás sea por la tranquilidad que da dominar el instrumento y sacarle de manera natural el sonido que están buscando. Quizás sea porque en los años compartidos ya pasaron alegrías, rabietas, amores y desamores, sortearon expectativas y entendieron que la vida siempre es una constante obra en construcción. Quizás sea simplemente porque no importa si no hay nadie o hay una o dos o cinco mil personas adelante escuchando lo que hacen que pueden mantener una unidad e intimidad. Quizás no sea nada de eso y sean otras cosas pero lo que vemos es que se suben al escenario y están en pleno goce lúdico: están jugando y no importa si están más grandes porque, claro, para divertirse no hay edad.
Pasó una década y media desde el momento que se juntaron, le pusieron nombre a la criatura y comenzaron a darle forma a las canciones que luego serían hits. Ellas, las dos mujeres, fueron madres y tienen canciones dedicadas a sus peques. Él también fue papá y, al igual que ellas, combina su crecimiento personal con el profesional.
ENTREVISTA: Eruca y sus 15 años de cambio para no ser "siempre lo mismo"
Están tocando en un escenario gigante y son tres. No tienen una escenografía, en absoluto. Solo una heladera Ampeg y unas pantallas muy bien utilizadas (tienen un diseño dinámico y las imágenes son, en su mayoría, lo que se espera en un buen recital de rock: circuito cerrado con imágenes de quienes tocan y del público que salta y canta). Están tocando en un escenario gigante pero no les queda grande.
Una de las constancias de la banda, según su cantante, siempre fue el cambio, la mutación, el no quedarse con una fórmula "ganadora" (aunque sí con un estilo). Es un grupo que apuesta a la experimentación. Y por cómo juegan cada vez que tocan podemos decir que son niñes exploradores porque caminan de la mano buscando nuevos horizontes.
Lula Bertoldi, Brenda Martin y Gabriel Pedernera celebran los 15 años de Eruca Sativa (que con el tiempo se abrevió en solo "Eruca"). Lo hacen con un sólido show ofrecido en el estadio Obras (también conocido como "el templo del rock") y lo hacen, también, presentando un disco de versiones del rock en español (del cual ejecutaron dos en la setlist de Obras).
La cita fue este viernes 2 de diciembre. El calor estuvo golpeando fuerte a la Ciudad de Buenos Aires y eso se nota en los cuerpos. Entre el público hay remeras que van desde Asspera hasta Las Manos de Filippi (quienes al día siguiente festejarían sus treinta años en el Malvinas), pasando por los Stones y, por supuesto, muchas de distintas épocas de Eruca.
Obras comenzó a sonar con una banda soporte: Moxa, otro trío que emerge y está conformado por Julián Gancberg, Paola Maiorana y Martín Freiberg. Hay puestos de hidratación en el campo y hasta una firma de Maradona en las paredes. Y ese detalle de D10s no es casual: hay un ambiente casi de popular porque la gente quiere agitar y en tiempos de Mundial los cantitos de cancha salen más fácilmente de sus bocas.
Sale Eruca al escenario al ritmo de un vals. Es, claro, una alusión a su fiestita de Quince. Y, una vez más, acá se produce un anclaje generacional. ¿Acaso las adolescentes de hoy conocen la referencia? ¿Se siguen haciendo las fiestas de quince como antes con los vestidos largos y el baile incluido? En fin, mucho no importa porque el público está integrado por personas que sí lo saben.
También salen con ropa celeste y blanca. Y ahí otro guiño en tiempos de Messi liderando partidos en Qatar. Usan jean clarito y detalles blancos. En la pantalla incluyen un poquito de esos colores nacionales, también. Pero solo un poco porque desaparecen rápido a medida que el recital comienza a tomar forma, peso, se caldea.
Decíamos que la apuesta/búsqueda de cambio fue una constante para la banda y eso se ve en el repertorio. Tienen un bloque más rockero, un espacio para las canciones con lazos folklóricos (para los que invitan a un flautista y utilizan instrumentos electrónicos que simulan sonidos de instrumentos tradicionales) y otro espacio más funk (que cerraría con teclados y dos saxos). Se hacen un espacio, incluso, para que Lula quede sola en el escenario y toque sola, tal cual la llevó a la sala de ensayo la primera vez, uno de los temas que luego todo el mundo cantó.
Si bien hubo algunos invitados varones, las más protagonistas fueron dos mujeres. "Nosotras estamos acá por mujeres como Hilda, por eso estamos acá", arengó Lula mientras despedía y agradecía a Hilda Lizarazu, quien subió para compartir "Sola en los bares", un clásico suyo en clave de Eruca y le aportó su condimento, también, a una de Eruca.
La segunda gran invitada era más previsible, quizás, por su filiación familiar, la amistad de toda una vida con el resto. "Si pudimos hacer todo lo que hicimos fue porque ella nos recibió a Gabi y a mí en su casa, nos amontonamos para poder vivir en Buenos Aires sin pagar alquiler... sin ella no habría Eruca", dijo Brenda Martin al micrófono para dejar en claro que su amiga Maru, conocida por todo el mundo por su nombre completo: Marilina Bertoldi, no está arriba del escenario tan solo por ser la hermana de Lula.
Marilina, divertida y atrevida como siempre, había llegado al escenario con una mini torta que portaba velitas. Todo el estadio cantó el feliz cumpleaños y mientras se preparaban para tocar ella, la menor de las Bertoldi, arrojó la torta al público.
Días atrás, en diálogo con Infonews, Lula dijo cuál le parecía que era la mejor canción para poguear. Y estuvo. Brenda, por su parte, eligió cuál era la canción que no podía faltar en uno de sus shows y también estuvo porque, de hecho, fue la que cerró la noche.
Zaparon, se divirtieron, hicieron saltar/cantar/bailar a un Obras repleto y se podría decir que Eruca Sativa ya puede sumar a su álbum otra foto de momentos felices. Después de todo: cuando nos demos vuelta, Eruca siempre va a seguir estando ahí. Y lo sabemos.
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