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Explotación laboral y condiciones inhumanas en campos de papa

En el marco de operativos realizados en dos localidades bonaerenses, la AFIP encontró a 29 personas con distintos tipos de irregularidades, como salarios no percibidos.

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) encontró a 29 personas en situación explotación laboral, algunos de ellos "sin los más mínimos elementos de seguridad e higiene", en campos situados en las localidades bonaerenses de Lobería y Balcarce.

Segun un comunicado oficial, el organismo conducido por Carlos Castagneto "encontró durante una serie de fiscalizaciones a trabajadores que se desempañaban en tareas de riego y de siembra de ese papa (...) que vivían y trabajaban en condiciones sumamente precarias".

Los operativos en esas zonas surgieron a raíz de denuncias y de tareas de investigación previa de las áreas especializadas del organismo.

Las acciones de control fueron llevadas adelante por personal de la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social (DGRSS) y de la Dirección General Impositiva (DGI), en conjunto con los Ministerios de Trabajo de la Nación y de la provincia de Buenos Aires.

El personal de la DGRSS y de la DGI se presentó en ocho establecimientos -que declaraban estar dedicados a la producción del tubérculo- para relevar de manera presencial las condiciones laborales de los trabajadores

En total se encontraron a 29 personas con distintos tipos de irregularidades, como salarios no percibidos o inconsistencias entre las Declaraciones Juradas presentadas por los empleadores en relación a los salarios efectivamente pagados.

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En ese sentido, según el comunicado oficial, los casos más graves se verificaron en 17 trabajadores que vivían en los campos en condiciones sumamente precarias, con pisos de tierra o hechos con maderas superpuestas.

Las casillas carecían de las condiciones mínimas de seguridad y de higiene, con estructuras de baños químicos pero que por dentro no tenían las correspondientes instalaciones, y no contaban con electricidad ni sistema de refrigeración para evitar que los alimentos quedaran expuestos y evitar su descomposición o que sean comidos y contaminados por roedores.

Asimismo, el personal del organismo comprobó a partir de sus propias declaraciones, que los trabajadores sufrían descuentos por el costo de los alimentos y de las garrafas que utilizaban para cocinar, por los pasajes y del seguro por accidente.



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