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El Cerro Otto, un paseo tradicional a pasos del centro de Bariloche

El Complejo Turístico Teleférico conjuga diversión, cultura, aventura y naturaleza, con una vista panorámica de 360 grados de toda la ciudad.

Un paseo por el Cerro Otto, en San Carlos de Bariloche, contempla varias posibilidades de disfrutar el paisaje y el ambiente preparado para el turista, desde un ascenso en teleférico, que se puede complementar con un descenso en trekking por senderos de bosques inalterados, más un descanso en la confitería giratorio de su cima para contemplar en 360 grados toda la ciudad, el lago Nahuel Huapi y la lejana cordillera.

A cinco kilómetros del centro de la ciudad, por la Avenida de los Pioneros, se encuentra este Complejo, que con una altura máxima 1.405 metros sobre el nivel del mar, en temporada alta le disputa de igual a igual los turistas al famoso cerro Catedral.

El circuito del Otto y todos sus atractivos están rodeados de bosque estrictamente nativo sin los pinos europeos implantados en las otras laderas que fueron afectadas por incendios, cuyas pinochas matan con su ácido la hierba al pie de los árboles y destruyen el sotobosque.

Durante las vacaciones de invierno, el pico de la temporada alta, suben por el teleférico "entre 2.000 a 2.500 visitantes diarios, en las tres semanas de ese descanso por lo que muchas veces se ven obligados a cerrar cuando se satura la capacidad de recepción de turistas en el lugar", dijo Roxana Arazzi, vocera del Complejo.

"El cerro Catedral es paseo obligatorio para los esquiadores y los que quieren conocer la nieve, pero al Otto van todos, por su cercanía, por las pistas de culopatín, el teleférico y el funicular para llegar a la largada", agregó en diálogo con Télam.

Para llegar al complejo desde la ciudad pueden tomarse los colectivos gratuitos que salen desde el centro, en la intersección de Mitre y Villegas, que una vez finalizada la visita llevan a los turistas de regreso, o se puede contratar una excursión que incluya este paseo en su recorrido, además de la opción del vehículo propio.

El teleférico ofrece el ascenso en una góndola con capacidad máxima de cuatro personas, que alcanza la cima en unos 12 minutos sobre el faldeo norte del cerro.

La cabina vidriada ofrece la posibilidad de apreciar el magnífico paisaje en movimiento, con una perspectiva que cambia a medida que toma altura y se amplía hasta convertirse en panorámica.

Pero desde donde se puede tener una visión completa de esa zona del Parque Nacional Nahuel Huapi, el lago homónimo, los cerros nevados en la frontera con Chile y toda la ciudad, es en la exclusiva Confitería giratoria, que se mueve lentamente hasta completar los 360°.

Desde una mesa se puede tener una visión completa de todo ese entorno, mientras se disfruta de lo mejor de la repostería artesanal, un chocolate caliente o platos típicos de la gastronomía de la zona, como truchas en distintas preparaciones, picadas de ahumados o sólo sándwiches para quienes prefieren comidas rápidas y económicas.

El lugar tiene también un microcine, donde se proyectan documentales sobre el Nahuel Huapi y la historia de Bariloche, de la Fundación Furman y del Teleférico, además de un Rincón Infantil y una terraza panorámica diseñada para los más pequeños.

El cerro Otto ofrece variadas actividades de exteriores según la época del año, tales como deslizamientos por la pendiente de la montaña, cruce del Puente Colgante, recorrido del Laberinto del Bosque, la Cabaña de los Espejos Deformantes, ascensos en el Funicular de la Cumbre y caminatas por el bosque.

Los amantes del trekking que no deseen utilizar el teleférico tienen en el cerro Otto la posibilidad de subir y descender por senderos que atraviesan el bosque nativo y presentan variados niveles de dificultad, aunque ninguno extremo.

Cuando llega la nieve, el deslizamiento con trineos por pistas con curvas peraltadas, de más de 300 metros de extensión y caminatas con raquetas por el bosque son las atracciones de mayor convocatoria.

Al finalizar la temporada invernal, esas pistas se tapizan de material vinílico y la actividad se realiza en Otto Karts, unos gomones inflables estilo canadiense.

Una vez que se llega al final de las pistas, y para optimizar el tiempo de disfrute en la montaña, se puede ascender nuevamente hasta la largada en el novedoso Funicular de la Cumbre, único medio de transporte a la cima de la montaña.  



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