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Las 5 mejores películas de Pedro Almodóvar

Quizá no haya en España otro realizador que logre conjugar como él la radicalidad y el mainstream. Aquí los mejores trabajos del (todavía) enfant terrible.

<p>Pedro Almodóvar</p> (Agencias)
Pedro Almodóvar (Agencias)

¿De qué hablamos cuando hablamos de incorrección? A dos décadas de comenzado el siglo veintiuno los parámetros cambiaron y la frontera entre lo correcto y lo incorrecto se sigue corriendo. Es en esa línea divisoria conviven algunos (pocos) nombres de peso del cine que hoy se exhibe alrededor del mundo. Pedro Almodóvar es uno de ellos.

El joven irreverente que en la década del 80 irrumpió en el -por entonces recién destapado- cine español con comedias corrosivas que ponían el foco en el universo femenino, hoy es un acaudalado productor de obras propias y ajenas (entre ellas las de nuestra Lucrecia Martel), además de seguir filmando historias que merecen ser contadas.

Almodóvar es un distinto y desde su observatorio del mundo femenino edificó una filmografía que oficia como corpus conceptual sobre amas de casa, putas, yuppies, artistas y chicas trans que perforan la llanura del medio pelo.

Aquí un breve repaso por los títulos que lo representan como leyenda de los 80s y también como artista activo y rupturista nato, tanto desde los bordes de su juventud hasta la industria que lo cobija en la actualidad.

1# Matador (1986)

Ensayo sobre el femicidio contado a partir de un torero que tras una fuerte cornada en una corrida, deja de matar animales en la arena para asesinar mujeres en la cama. Del otro lado, una abogada hace lo propio con sus amantes de turno luego de cada sesión de sexo.

Pedro venía de la trilogía Laberinto de pasiones-Entre tinieblas-¿Qué he hecho yo para merecer esto!!, en las que se había metido nada menos que con la política, la religión y la clase media. El paso siguiente tuvo que ser mucho más potente y el manchego pisa el acelerador para viajar hasta donde nunca antes había llegado: la sangre y la arena.

Más oscuro que casi todos sus films posteriores, Matador es un claro enclave del director en la visceralidad discursiva y la narración sin contemplaciones. Pocas veces el listón del cine español estuvo en un lugar tan alto e incómodo.

2# La piel que habito (2011)

Una parte de la crítica (a veces) especializada viene disparando con sistemática saña sobre la obra reciente del realizador. Sin embargo, el caso de este opus, que fue recibido con una ceja levantada, es la suma de todos los miedos del anti-Almodóvar.

Basado en la novela Tarántula, de Thierry Jonquet, el film recorre los laberintos de la obsesión con la misma sangre fría que pone en juego el psycho doctor que compone un Antonio Banderas ajustado como nunca.

No hay clisés, no hay homenajes a la propia obra ni mucho menos autoindulgencia. La trama camina por los senderos demarcados por tipos como Hitchcock, Buñuel y hasta Darío Argento. Y lo hace bien, con la espada de un guerrero en forma.

Dato al margen (o no tanto): el gran John Waters la eligió como su película favorita de 2011.

3# La ley del deseo (1987)

Luego de Matador vino este catálogo de obsesiones estético-narrativas, desordenado ranking de marcas de eso que conocemos como "el estilo almodovariano".

Humor camp, cierta inocencia cursi en los diálogos y a la vez una corrosión a prueba de dinosaurios arman este relato sobre relaciones tóxicas y consumos ad hoc.

Con el estandarte visual de los 80s y hasta canciones cantadas por el propio realizador, el film se resume en la trans -interpretada por Carmen Maura- que cuando ingresa a un convento de su niñez exclama ante su sobrina: "¡Cuántas pajas me habré hecho yo entre estos muros!". Amén.

4# Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988)

El título que surge de inmediato a la hora de los resúmenes sobre su obra. Una comedia que llegó después de sus trabajos más radicales y que lo posicionó en todo el mundo como el gran director pop del cine español.

Es, también, el gran ejemplo del manchego al momento de dejar en claro de qué se trata eso de hacer una comedia coral en la que cada uno de los personajes tiene su escena de disfrute. Un polvazo de humor, anfetaminas y sitcom de pantalla grande, con sillón en el centro de la escena y todo.

El largo mereció versiones teatrales en España y otros países, llegando incluso hasta Broadway. Quien estuvo interesada en producir y protagonizar una remake en Hollywood fue Jane Fonda, aunque el proyecto hasta ahora nunca vio la luz.

5# Todo sobre mi madre (1999)

Otra de la etapa más reciente y con un protagónico para Cecilia Roth, actriz que fue parte de la primera época del director (protagonista de su primer largo, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón)

En este caso se cumple aquello del "Almodóvar maduro" que nos gusta ver a los críticos. Se trata de un film con oscuridades que actúan como pasadizos no tan secretos en torno al drama de la relación entre padres e hijos, pero con la vuelta de tuerca del que tiene para decir algo más que lo evidente.

Sin diálogos estridentes ni fuegos artificiales de incorrección superstar, el director logra un film a tono con el post punk que recorrió a lo largo de los primeros años del nuevo siglo, el cual inició con Hable con ella y su protagonista en coma, a modo de fotograma del día después.

Por su parte, Roth, Marisa Paredes, Penélope Cruz y, sobre todo, Antonia San Juan, componen un eterno femenino en el que se sacan chispas con performances de estilo y diseño actoral.

El bonus track lo trae Miguel Bosé, en una escena de deliciosa pluma escénica. El otro extra es el Oscar a Mejor Película en Idioma Extranjero.



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