El exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, fue condenado a 4 años de prisión por la compra de "trenes chatarra" a España y Portugal durante el gobierno de Néstor Kirchner. Por le mismo hecho fue condenado el exsecretario de Transporte, Ricardo Jaime, a la pena de 8 años de cárcel.
En el caso de este último, el Tribunal Oral Federal 6, a cargo del juicio, consideró probado el cobro de alrededor de un millón de dólares en concepto de coimas para cerrar los contratos, lo cual le sumó a su proceso el delito de enriquecimiento ilícito.
El fallo del tribunal integrado por los jueces Julio Panelo, Fernando Canero y Ricardo Basílico, además, inhabilita para siempre a De Vido y a Jaime para ejercer cargos públicos.
De Vido fue condenado por ser hallado máximo responsable de la firma de los contratos espúreos, que obligaron al Estado nacional a pagar cifras millonarias en una compra fraudulenta.
De esta manera, el TOF 6 acompañó el pedido de la fiscal federal Gabriela Baigú, quien había solicitado 4 años para Julio De Vido, por considerarlo responsable del delito de "defraudación al Estado" y 8 años para el exsecretario de Transporte.
"Es evidente que De Vido sabía de las irregularidades de estas compras y no actuó. Existen pruebas que señalan que el exministro recibió al menos 20 informes de la Auditoría General de la Nación sobre las gestiones de Jaime y de Juan Pablo Schiavi", había sostenido Baigún en su alegato sobre las responsabilidad de el ex ministro de Planificación.
De Vido cumple por estos días prisión domiciliaria por haber sido condenado a 5 años de cárcel por el accidente ferroviario de Once. Sin embargo, esa condena aguarda una decisión de la Corte Suprema que todavía no trató su recurso de queja. Jaime, en tanto, se encuentra detenido en Ezeiza tras haber sido condenado por otros tres hechos.
