En plena campaña electoral por un nuevo mandato, Donald Trump redobló la apuesta para ganar más votos de los sectores ultra conservadores y prometió una ola de expulsiones masivas de migrantes si gana nuevamente la presidencia de Estados Unidos.
El ex mandatario y precandidato presidencial por el Partido Republicano festejó el fracaso de un proyecto de ley, al que se oponía, que buscaba abordar la crisis abierta en la frontera con México por la llegada de un aluvión de migrantes a Estados Unidos.
En un acto de campaña en el estado de Carolina del Sur, Trump aseguró que habrá una masiva "operación de deportación" de migrantes desde su primer día en el cargo si logra retornar a la Casa Blanca.
El abandono del proyecto bipartidista la semana pasada en el Senado estadounidense puso de relieve el férreo control de Trump sobre el bloque republicano, cuya oposición negó al presidente demócrata Joe Biden una victoria en el tema de la inmigración en un año electoral decisivo.
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Trump, que es el favorito de los republicanos y muy probable rival de Biden en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, presionó a los legisladores republicanos en el Congreso a hundir un proyecto de ley que incluía ayuda para Ucrania e Israel, que ahora será tratado por separado.
"Aplastamos el desastroso proyecto de ley de fronteras abiertas del corrupto Joe Biden", declaró Trump en el acto de campaña de anoche.
"El primer día acabaré con todas las políticas de fronteras abiertas de la administración Biden e iniciaremos la mayor operación de deportación nacional en la historia de Estados Unidos. No tenemos opción", prometió.
Por otra parte, Trump, que con frecuencia reprocha a los aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por no financiar adecuadamente esa alianza liderada por Estados Unidos, también sostuvo que se negaría a defender a alguno de esos países frente a Rusia, en caso de que se encuentre en mora.
Ante sus seguidores en Carolina del Sur, donde serán las siguientes primarias republicanas el 24 de febrero, Trump mencionó una conversación con un gobernante de la OTAN, sin precisar quién.
"Uno de los presidentes de un gran país se levantó y dijo 'Bueno, señor, si no pagamos y Rusia nos ataca: ¿Nos protegerá?", contó el magnate antes de revelar su respuesta.
"No, no les protegería, de hecho animaría (a Rusia) a hacer lo que les de la gana. Deben pagar sus deudas", dijo, informó la agencia de noticias AFP.
La Casa Blanca rechazó esas declaraciones.
"Alentar invasiones de nuestros más cercanos aliados por parte de regímenes asesinos es espantoso y desquiciado", fue la reacción de la Casa Blanca el sábado por medio de su vocero Andrew Bates.
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"Más que hacer llamados a la guerra y promover el caos, el presidente Biden seguirá apoyando el liderazgo estadounidense", agregó.
El Senado de Estados Unidos debatirá la semana próxima sobre el paquete de ayuda que engloba 95.000 millones de dólares para Ucrania -en guerra tras ser invadida por Rusia-, para la lucha de Israel contra los militantes del grupo islamista palestino Hamas y para Taiwán, su aliado estratégico.
La mayor parte sería para ayudar a Ucrania a reponer los agotados suministros de municiones, armas y otras necesidades cruciales, a poco de cumplirse dos años de la guerra.
En más de una ocasión, Trump se mostró dudoso e incluso contrario a continuar con la asistencia de Estados Unidos a Ucrania, e incluso amenazó con salirse de la OTAN, si regresa a la Casa Blanca.