En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires comandada por Horacio Rodríguez Larreta, el dinero previsto por Ley 3232 (2009) para la edificación de escuelas, la Jorge Donn entre otras, a partir de la venta de los tres edificios de Catalinas Norte, se destina a otros fines. La promesa de obra queda en la nada. La sentencia de ley es ninguneada.
En febrero de 2014, con la novedad de que se colocarían tres "aulas móviles" para instalar un jardín de infantes, gracias a la gestión y firma de dos padres, gracias a legisladores y a gremios, se presenta una acción de amparo y expedientes varios en Defensoría, Jefatura de Gobierno y Ministerio de Educación.
En 2017 la obra se empieza, pero a fines del 2019 vuelve a ser abandonada.
En junio de 2019, la Justicia termina fallando a favor del amparo presentado cinco años antes para la finalización de la obra.
En enero de 2021, el Gobierno de la Ciudad da de baja la licitación, haciendo caso omiso al amparo. La sentencia favorable para la construcción del edificio es cajoneada. Y el Gobierno vuelve a violar la ley.
Hoy, todo lo que queda en las esquinas de Murature y Lope de Vega es un esqueleto vacío con un cartel de obra que dice "En todo estás vos". La comunidad se pregunta dónde queda ese "todo", a quiénes incluye ese "todo"; y a qué y a quiénes se dejan morir. Y además se pregunta a qué "vos" le habla el Gobierno porteño, ese que desoye las solicitudes más legítimas de los ciudadanos.
Las notas periodísticas salen en distintos medios desde hace más de un mes poniendo de relieve el comportamiento del Jefe de Gobierno y de la Ministra de Educación. Pero no hay respuestas. Nadie da la cara.
La comunidad educativa de la ESEA en danzas 2 Jorge Donn, a través de cartas elevadas por vía jerárquica, y por otros medios, le solicita al Gobierno que se ocupe de este asunto, pendiente desde hace más de trece años. La educación sufre el desamparo de la desidia y la falta de compromiso con un futuro que vaya un poco más allá de los negocios de gentrificación a los que se destina el presupuesto necesario para la educación.
La decisión unilateral de dejar sin efecto el llamado a licitación pública no es una respuesta posible. Toda la comunidad se opone a la violación sistemática de la ley y del derecho a la educación, en condiciones dignas.
El edificio actual, compartido con la Escuela de Cerámica Fernando Arranz, tiene todo tipo de problemas edilicios y de mantenimiento, y se vuelve prácticamente imposible garantizar protocolos de distanciamiento y ventilación, necesarios para el cuidado imprescindible de la población.
Actualmente, ante la falta de respuestas, se están organizando una serie de acciones de repudio y de denuncia contra el Gobierno de la Ciudad. El Gobierno, sea del signo que sea, tiene una obligación: cumplir con la ley. Y por ley, debe terminar el edificio.
Hoy el edificio nuevo es fundamental. No sólo para brindar una educación digna, sino para evitar los contagios y peligros para toda la población que implican los espacios reducidos, y de escasa ventilación. El Gobierno debe aprobar la licitación, y la comunidad parece firme y decidida a continuar por todos los medios posibles, a arrancarle la garantía de que cumplirá con el deber que tiene.
