En una época donde el poder se demostraba en el mar, hace más de 250 años, precisamente el 10 de enero de 1765 partió desde Cádiz, España la fragata mercante española "Purísima Concepción". Su destino era Lima, para lo cual la nave debía rodear el continente por el extremo sur y subir por el Pacífico. Luego de encallar entre rocas en la costa atlántica de Tierra del Fuego sus tripulantes, cerca de 200, abandonaron la embarcación y se dirigieron a la costa. Todos sobrevivieron y convivieron casi tres meses con pobladores indígenas, entre precarias barracas, y con el objetivo de llegar a Buenos Aires, recuperaron parte de la embarcación para construir otro navío.