"Los discursos de odio agitan la violencia hacia los colectivos que históricamente hemos sido estigmatizados y vulnerados. Hoy se multiplican de manera imparable. Ninguna sociedad puede desarrollarse en base al odio. Combatirlo debe ser un compromiso colectivo", señaló el diputado nacional por Santa Fe Esteban Paulón, quien es parte del colectivo LGBTIQ+. El comentario lo hizo en base al ataque perpetrado por un hombre en el barrio porteño de Barracas, en un hotel de la zona en que vivían dos parejas lésbicas. Una de ellas falleció ayer por la tarde, mientras que las otras tres mujeres están en graves condiciones, con la mayor parte de sus cuerpos quemados.
La víctima mortal se llamaba Pamela. Pamela Cobas. Falleció en el Instituto del Quemado porque el homoodio mata, porque los discursos de odio no se castigan y la cultura de la violencia incrementa día a día.
Según informó Agencia Presentes, el incendio se desató en el primer piso de un hotel familiar en Olavarría al 1600. Como consecuencia, seis personas con quemaduras graves fueron trasladadas a los hospitales Argerich, del Quemado y Penna en la Ciudad de Buenos Aires, aunque las principales afectadas fueron las cuatro mujeres lesbianas.
Mercedes Figueroa tiene el 90% del cuerpo quemado y lucha por su vida en el mismo centro de salud donde Cobas perdió la vida. Luego están Andrea Amarante, con el 75% del cuerpo quemado y Sofía Castroriglos con la mano y la cara quemadas, ambas atendidas en el Hospital Penna.
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El agresor fue identificado como Fernando Barrientos, vecino de las víctimas, y luego de intentar suicidarse, quedó detenido a disposición del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 14.
“Los testimonios señalan que intentaban no salir del cuarto por las agresiones misóginas y lesboodiantes que recibían”, señalaron desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) en un comunicado de repudio en el que definieron el hecho como resultado de “discursos de odio” que “pasan a la acción”.
Tal como explican Casa FUSA y el Centro Cultural Ana Frank, los discursos de odio "son narrativas que contribuyen a una violencia simbólica muy poderosa, que podría transformarse en otro tipo de violencias". Además, este tipo de discursos circulan por redes sociales, a las que tenemos acceso las 24 horas del día.
Por otro lado, "hay dos mecanismos frecuentes" que utilizan los discursos que atentan contra la democracia: "la negación, que borra la historia, intenta afirmar que esta no sucedió y, al hacerlo, pretende legitimar las violencias ocurridas" y "la distorsión, que implica justificar, minimizar o representar de forma poco adecuada los hechos históricos".
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