Por Cecilia Díaz
"166", el nuevo disco de Milo J
Si en "1 1 1" mostró sus sentimientos más internos, ahora con "166" Milo J nos sumerge en todo lo que lo rodea (empezando por su Morón natal, claro).
13 de julio de 2024 - 16:53
Aún no cumplió la mayoría de edad. Milo J es un joven adolescente que hace canciones y que tiene todo el potencial para convertirse en uno de los artistas que escriban la historia de las próximas décadas. Por eso cada paso que da es observado con atención (y admiración).
Este viernes pasado se conoció “166”, el nuevo disco de Milo que fue bautizado así en honor a la línea de colectivo que le permitió conectar su barrio, sus orígenes, con la conquista de sus sueños. Sí, después de un primer álbum ("1 1 1") que exploró un Milo por dentro ahora llega este otro disco que nos muestra a un Milo atravesado por lo externo (que también le es propio, claro).
De ahí que el lanzamiento de “166” haya sido emocionante no sólo para él sino, también, para su familia y amistades. Milo J realizó un evento especial en el que convocó a su círculo íntimo y a sus fans a una escucha exclusiva en el Complejo C Art Media, ubicado en el porteño barrio de Villa Crespo.
Fue una fiesta total junto a casi 2.000 personas que estaban ahí presentes por todo el cariño que le tienen y porque sabían que las canciones que iban a sonar serían increíbles. Estuvimos ahí y él llegó con una larga caravana de colectivos de la línea 166 repletos de fans, que salieron desde Morón, compartiendo el recorrido junto a Milo.
“166” captura la esencia de un barrio y representa el recorrido de un colectivo que conecta la zona oeste del conurbano bonaerense con la Capital Federal. En la segunda canción del álbum, “Antes de los 20”, Milo canta “A doble bondi porque soy del West”, reflejando el esfuerzo y la perseverancia por alcanzar sus sueños sin importar la distancia del recorrido, siendo él mismo un ejemplo viviente de ello.
Compuesto por 12 canciones, en “166” Milo vuelve a trabajar un proyecto de larga duración que trae un sonido moderno. Con tres feats, en los que encontramos al rapero español de origen Marroqui Morad en el track “La Tola y el Velero” y dos artistas argentinos que son parte de la crew del Bajo West, Kelo Ke y CRTrap que colaboran en “Digan”.
La obra musical está acompañada por 12 films, conectados entre sí por epílogos que se encuentran en algún momento del videoclip. Este contraste que genera el videoclip como vida ficcionada y los epílogos como parte de la vida normal, no solo genera un hilo conductor sino también refleja la disparidad entre Milo y Camilo, y como ambos conviven en la misma persona.
Este álbum acerca un sonido moderno con matices que el artista no había tenido la posibilidad de exponer antes en su carrera, demuestra, canción a canción, el indiscutible talento de Milo J y su crecimiento artístico. Esta obra presenta a un Milo más maduro y provocador, que rinde homenaje a su Morón natal y conceptualiza su obra a través de una línea de colectivo que trasciende su función original, convirtiéndose en el vehículo que transporta a todos los jóvenes que se sienten identificados.
Con “166”, Milo cambió el recorrido de la línea de colectivo que lo llevaba desde su casa al estudio, y lo convirtió en un viaje por el mundo, transitando infinitas direcciones y lo acercándolo a lugares como México, en donde colaboró con grandes artistas como Peso Pluma, Yahritza y Su Esencia y pisó ciudades como Monterrey, Guadalajara y CDMX, pasando también por Puerto Rico para colaborar con Eladio Carrión, Miami para los Premios Lo Nuestro, y España pasando por Madrid, Valencia, Barcelona y en Sevilla hizo su presentación en los Latin Grammys junto a Bizarrap, entre otras infinitas paradas.