Por Mikhaíl Vera
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Exploración offshore en Mar Argentino: un debate no saldado
Conversamos con Cecilia Bonadero (Asamblea por un Mar Libre De Petroleras, Dicen Las Ballenas y Lic. en Ciencias Biológicas) sobre el próximo Atlanticazo y las consecuencias de la exploración offshore en el Mar Argentino.
02 de octubre de 2023 - 12:56
El día 4/10 se llevará a cabo en la costa bonaerense un nuevo Atlanticazo contra la exploración offshore, un proyecto que se propone hallar hidrocarburos bajo el mar argentino. De concretarse, se encontraría a tan solo 310 kilómetros de la costa de Mar del Plata. La jornada se da a pocos días de la llegada al país del buque encargado de explorar en búsqueda del crudo, que amenaza la fauna marítima, según ambientalistas. No es para menos: el offshore es considerada una forma extrema de obtención de energía debido a sus altos costos y riesgos.
Mikháil Vera (MV): ¿En qué consiste la exploración offshore y por qué representa un peligro para las ballenas y otros animales marinos? ¿Qué está en juego con este nuevo proyecto extractivista?
Cecilia Bonadero (C): La exploración sísmica es un método para buscar petróleo en los fondos marinos con ondas sonoras de elevada intensidad. Sobre este proceso existe prácticamente un absoluto desconocimiento sobre lo que ocurriría en el Mar Argentino, pero en todos los lugares donde se ha puesto en práctica ha sido dañino.
Se ha comprobado el efecto dañino en vertebrados que tienen bien desarrollado el oído. También se ha comprobado el impacto negativo sobre algunos invertebrados, como calamares, ciertos crustáceos y organismos planctónicos; pudiendo afectar el comportamiento, la comunicación, la alimentación, los sistemas auditivos, provocar el colapso de cavidades internas, y más.
Además, la exploración offshore tiene mayor impacto sobre las especies que son de menor movilidad, como los peces pequeños, ya que los que pueden hacerlo en general intentan alejarse. También es posible que terminen en hábitats que podrían ser inhóspitos para su reproducción y supervivencia, siendo que además de esta forma se podrían separar manadas, cardúmenes o madres con crías; ejerce un efecto que en general es negativo sobre la fisiología y comportamiento de las especies y puede llegar a provocar la muerte.
Aun cuando no genere un impacto de esta magnitud, debido al sonido se reducen los hábitats de las especies y resulta imposible comprobar que no exista un daño fisiológico o una alteración en el comportamiento, incluso cuando las especies logran escapar del área donde se está realizando la sísmica.
MV: Como si eso no fuera poco, hay una historia reciente de derrames petroleros por parte de las empresas que participan (especialmente Equinor).
C: Así es, recordemos que en cuanto a la empresa estatal noruega han existido numerosos derrames, lo que la ha llevado a cambiar su nombre. Previamente se llamaba Statoil y, en virtud de los accidentes que se reportaron tanto en el mar como en tierra, como una forma de lavarse la cara comunicacionalmente y presentarse como actores de para la transición energética, cambiaron en 2018 su nombre por Equinor. El cambio de nombre fue acompañado de la promesa de efectuar un viraje hacia las energías renovables, lo que no sucedió.
Por el contrario; solo entre 2016 y 2021 se registraron 17 incidentes, entre diciembre de 2014 y mayo, en sus plataformas offshore en Brasil. Asimismo, tuvo 11 derrames serios en 2020 y 10 en 2019. La empresa reconoció los accidentes graves: Anders Opedal (CEO de Equinor) sostuvo que su empresa no cumple con los estándares de seguridad requeridos.
Equinor ha apostado por estas energías extremas en Brasil. La extracción, el transporte y la carga y descarga de barriles de petróleo implican un riesgo para las especies marinas. A pesar de que se efectúen todos los controles posibles, los grandes volúmenes de hidrocarburos siempre implican peligro.
MV: ¿Cómo afectaría un posible derrame a las costas?
C: Los grandes derrames petroleros causan un daño sobre el ecosistema, de gran magnitud e irreversible.
El crudo impide el intercambio de gases y obstruye la luz al dispersarse sobre las capas superficiales de los océanos, impidiendo que los organismos fotosintéticos puedan recibir la luz solar y llevar a cabo sus procesos bioquímicos esenciales. De esta forma se ve perjudicada la producción primaria en los océanos. Al ejercer un efecto negativo sobre la base de la trama trófica se perjudican otros niveles.
En caso de llegar a las playas, sofoca a los organismos sésiles que habitan los intermareales. Asimismo, provoca la muerte de muchos invertebrados y vertebrados que son encontrados en la arena. Las plantas de las orillas pueden verse afectadas por el crudo. Además, forma capas densas similares al asfalto que son difíciles de remover. Los hidrocarburos policíclicos generan daños en el ADN, siendo mutagénicos y cancerígenos.
Los efectos a largo plazo del petróleo se asocian en buena parte al tipo de compuestos antes mencionados y a sus daños. Debido a la toxicidad a largo plazo pueden existir alteraciones en el metabolismo, estructura y función celular, así como en los cromosomas.
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MV: ¿Es posible recuperar esas costas o parte de ellas?
C: En cuanto al recupero de las costas afectadas podemos poner como ejemplo el último derrame en Ventanilla Perú, (en el que el responsable fue la empresa Repsol) ocurrido en enero de 2023 (sumado al que ocurrió en 2022), dónde vimos con estupor a las comunidades afectadas tratando de sacar el crudo derramado y a los animales muertos y empetrolados por su propia cuenta. De hecho, la semana pasada hubo una nueva manifestación de pescadores artesanales porque no pueden volver a habitar esas playas y mucho menos a pescar. Es decir que la tan mentada remediación no existe; solo eventualmente alguna compensación económica a los pobladores que les permita subsistir. Más cerca, tenemos la trágica situación en la provincia de Chubut, en Caleta Córdova, cerca de Comodoro Rivadavia, donde un buque derramó petróleo cuando estaba siendo cargado en alta mar. La empresa decidió no dar aviso a las autoridades, así que Prefectura se enteró recién cuando los vecinos dieron la alerta al ver la mancha negra acercándose a la costa. Hasta el día de hoy, pescadores y recolectores de moluscos siguen sufriendo las consecuencias de la contaminación y luego de 15 años, tampoco se responsabilizó penalmente a nadie.
MV: Argentina tuvo, además, el mayor derrame en agua dulce del mundo…
C: En Magdalena, provincia de Bs. As., en 1999 dos buques colisionaron. El crudo que provenía de la extracción en Tierra del Fuego fue vertido en el estuario. El ingreso de petróleo en arroyos y humedales fue uno de los grandes daños generados. La zona poseía balnearios y se encontraba preparada para recibir turistas, lo que no fue posible después del derrame ya que éste arruinó sus costas y de este modo su economía. La causa contra la empresa responsable, Shell, probablemente no hubiera avanzado de la misma forma sin el activismo de les vecines. Hubo un desligamiento de responsabilidades enorme de les funcionaries, pertenecientes al menemismo. Uno de los aspectos más escandalosos del derrame es que se llegó a un acuerdo extrajudicial, según el cual Shell no tenía ninguna responsabilidad sobre lo acontecido.
MV: Al final la tecnología fósil es más cara que invertir en energías verdes...
C: Sí, es carísimo en costos ambientales, en particular a los pasivos que comentábamos en la pregunta anterior y es más caro también en el costo energético, es decir la cantidad de energía que se necesita para producir energía. También hay que decir que el offshore que se nos plantea realizar en las costas bonaerenses es considerado extremo, nunca se intentó llevar a esas profundidades de hasta 3000 m.
MV: ¿Cuál es el peligro de llegar a tales profundidades?
C: Se trata de energía extrema en aguas ultraprofundas. Estando a tanta profundidad se vuelve más riesgoso, con mayores probabilidades de impactos ambientales y sociales graves, con mayores requerimientos tecnológicos, con mayores necesidades de infraestructura, volviéndose un desafío para cualquier empresa que quiera llevar a cabo su extracción. En Brasil existen plataformas a 300 km de la costa que presentan estos riesgos, están expuestas a condiciones oceánicas muy severas.
Cabe destacar que el petróleo que se busca en el Mar Argentino es el presal, caracterizado por estar cubierto por una gruesa capa de sal; ésta encarece los costos de la extracción. A pesar de todo lo anterior, la empresa Total inició la perforación de un pozo petrolero offshore en la plataforma uruguaya a 200 km de la costa. Para realizar el pozo debe atravesar 3400 m de la columna de agua y otros 3000 por debajo de las profundidades del lecho oceánico.
Sin embargo, en Brasil, la exploración y explotación offshore de aguas profundas y ultraprofundas ha dejado una gran cantidad de impactos ambientales y socioambientales. Las descargas del petróleo, sus usos en la industria para producir otros compuestos contaminantes, el aumento de los problemas de salud como el cáncer, el efecto sobre el cambio climático, la instalación de infraestructura destinada al offshore, que dificulta la pesca y la vida cotidiana de les pobladores, el continuo transporte tanto en mar como en tierra, el aumento de un gran número de personas que terminan desocupadas, que migran desde otras partes del país y son contratados sólo para la etapa de construcción, aumentando en gran medida el gran número de desempleo en los pueblos de pescadores, son sólo algunos de los problemas que ha tenido Brasil en relación a este método extractivista.
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MV: Hay una idea en ciertos progresismos, que suelen denominarse desarrollistas, que bancan emprendimientos del extractivismo con el fin de “desarrollar” al país: ¿cuál es la crítica ambientalista a este problema?
C: La crítica ambientalista es que dadas todas las cuestiones que se acaban de mencionar no sólo no constituye una forma de preservar la naturaleza, sino que no constituye un verdadero desarrollo.
Por eso la consigna “Si contamina no es progreso”.
Existen otras formas de producir que no generan el impacto ambiental de los combustibles fósiles.
Uno de los problemas centrales con esos modelos (basados en restos fósiles) es que no se puede desarrollar en un planeta finito, los límites al extractivismo y al planteo voraz del capitalismo los está señalando el mismísimo cambio climático. Por otro lado, todos estos proyectos que se están propugnando no son para dar una respuesta a las mayorías populares, son para juntar los dólares para pagarle al FMI.
MV: Parece que a les ambientalistas se les exige solucionar el déficit fiscal, la inflación, salvar al planeta y más...
C: Los proyectos extractivistas, a pesar de ser anunciados como la solución a todos los problemas económicos de una provincia o incluso del país, resultan ser todo lo contrario. En general se ataca al ambientalismo en el nombre de este falso progresismo. Lo que se sostiene desde estos sectores no sólo es mentira, sino que no es a nosotres a quienes necesariamente nos corresponde dar la solución al futuro económico y energético del país. Podemos simplemente negarnos porque va en contra de nuestra calidad de vida, justamente de la economía, de nuestros puestos de trabajo, de nuestra salud y de la preservación del ambiente.
MV: También mencionabas el turismo…
C: El offshore es asimismo de gran impacto sobre la industria de turismo. Cuando se produce un gran derrame y el crudo alcanza las playas, éstas son cerradas para preservar la salud de las personas que las frecuentan. Se pierde así la posibilidad del uso recreativo, deportivo y turístico. La pesca también es afectada y pueden existir zonas donde no se pueda practicar esa actividad o especies que no sean posibles consumir dada la cantidad de tóxicos vertidos al ecosistema marino y presentes en los individuos. En muchos casos no se obtienen las capturas o los animales son encontrados muertos o empetrolados sin posibilidad de aprovechamiento económico.
MV: ¿Se puede ser ambientalista y estar de acuerdo con la exploración offshore? ¿Qué le dirías a organizaciones como Jóvenes x el Clima?
C: No, resulta contradictorio que un grupo de activistas que está en contra de los factores que llevan al cambio climático esté de acuerdo con la exploración offshore luego de la cual si se encuentra petróleo justamente se lleva a cabo la extracción de combustibles fósiles. Este proceso, junto a la quema que se realiza posteriormente, aumenta la concentración de gases de efecto invernadero por los cuales aumenta la temperatura media del planeta, por lo cual se está contribuyendo al cambio climático. No tiene sentido que una agrupación que está en contra de las alteraciones que se realizan sobre el clima defienda un proceso que lleva justamente a que se produzcan esas mismas alteraciones.
La postura de Jóvenes por el Clima responde a la integración a un gobierno de carácter extractivista y a una adopción de una postura oficialista antes que a una defensa genuina del clima. Esta organización se ha transformado en el brazo supuestamente ambiental del gobierno. Están alineados al discurso de "ambientalismo popular" esgrimido por la secretaría de ambiente de la provincia de Buenos Aires y de Juan Grabois (con el que acordaron la plataforma electoral).
MV: Además, esa misma organización reivindica el gas como combustible de transición, pese a que la ciencia lo desdijo…
C: En la extracción y quema de metano que se realiza durante la extracción offshore pueden existir fugas de la molécula, que absorbe mucho más calor que el dióxido de carbono y por lo tanto contribuye en mucha mayor medida al aumento de la temperatura media del planeta.
El metano y el gasoil al ser quemados generan dióxido de carbono. Aumentar la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera potencia el cambio climático. Ningún combustible que aumente la temperatura media del planeta puede ser llamado de transición.
MV: Como vecina de Mar del Plata, seguramente hay una cuestión afectiva, ligada al arraigo al mar… ¿Cómo es esa historia?
C: Puede ser que en mi activismo haya influido el arraigo. Nací en Mar del Plata y viví toda mi vida en Mar del Plata. Sinceramente no me imagino caminar por la costa y ver el mar de otro color que no sea el que tiene ahora. El mar es parte de nuestra identidad. Tampoco me imagino que decaigan el turismo y la pesca. Es parte de lo que caracteriza a la ciudad. Me daría mucha tristeza caminar por una playa y ver un tendal de animales muertos, varados o empetrolados. Necesitamos espacios verdes y un mar lo menos impactado posible. No es un white people problem, tenemos que respirar y es una necesidad preservar el ambiente. Existen muchas especies sin las cuales no sería posible nuestra existencia. Por otro lado, ninguna ciudad costera merece recibir la contaminación del offshore. No somos territorio de sacrificio. No queremos ser una “empresa… ¡provincia! petrolera”, como dijo el presidente cuando presentó la Ley de Hidrocarburos.
MV: ¿Cuándo te volviste ambientalista?
C: Durante el gobierno de Macri se había abierto el debate sobre el aborto legal y el movimiento feminista tenía mucha fuerza; participé de todas las marchas, pañuelazos, movilizaciones contra el ajuste en ciencia y educación, entre otras movidas que se organizaron en ese momento. Aunque no presté la debida atención, en un inicio, al loteo del Mar Argentino que estaba haciendo Aranguren entonces. Al menos para mí, fue uno de los “Si pasa, pasa” del gobierno de Macri.
Finalmente, vi noticias sobre el offshore que podía tener Mar del Plata a comienzos del 2021 y no lo podía creer. Desde que me enteré de que artículos como ese no sólo no eran menores sino que se planificaba seguir adelante, entré en un estado de alerta. En cierto momento caí. En cuanto se empiezan a haber asambleas, poco antes de la audiencia pública 1/21, me acerco a participar. Fue algo espontáneo, quiero decir: yo decidí participar por mi cuenta. No hubo ningún espacio político que me dijera que tenía que hacerlo. Siempre se le dio importancia política y hubo compañeres dispuestes a participar, lo que me animó mucho, incluso en momentos difíciles como la aprobación de la resolución del MADyS y el decreto presidencial a fines de 2021. El estado de alerta era permanente, pero también lo era el estado de consciencia, la sensación de una necesidad de construir y de estar en organización permanente. Nuestra lucha siempre va a ser válida.
Básicamente desde que me enteré lo que pensaban hacer con el Mar, me sumé a la Asamblea por un Mar Libre de petroleras, que es donde siento que pertenezco, donde tengo que estar presente con mis compañeres.
Muchos aspectos que hacen a nuestras vidas, nuestras fuentes de trabajo, nuestra economía, nuestra salud, la biodiversidad marina y en general el ambiente, están en juego. A partir del 1° de octubre vamos a tener al buque contratado por YPF-Equinor: van a hacer un ecocidio con el ecosistema marino y de avanzar sería el inicio de la contaminación petrolera de toda la costa atlántica.
También me parece oportuno remarcar que pertenezco a una asamblea socioambiental, nos enmarcamos desde los territorios afectados por el avance del extractivismo en sus diversas facetas y articulamos con otros espacios que se conforman también de manera horizontal. Nos declaramos antiextractivistas, anticapitalistas y antipatriarcales.
MV: ¿Cuándo y dónde concentran?
C: El 4 de octubre hacemos un nuevo Atlanticazo; marchamos como todos los 4. Concentramos en la Rambla de Los Lobos, frente a la Plaza Colón a las 17 hs. y salimos de ahí a las 18 hs. Es muy importante que si pueden venir estén. También que realicen acciones en otros territorios. Si pueden difundir también les vamos a estar agradecides.
Acerca del autor
Mikhaíl Vera es poeta y ensayista, sus estudios hacen foco en los activismos LGBTQ+ y la comunicación ecologista. Edita en Ed. MEFAME.
Contacto: [email protected]