No hubo tiempo que perder: a las pocas horas de asumir su tercera gestión presidencial en Brasil, Lula Inácio Lula da Silva (77), firmó en total unos 13 decretos. En su segundo día, espera recibir a 17 representantes mundiales.
Entre las decisiones tempranas del flamante presidente brasileño, estuvieron presentes ejes ambientales, económicos y armamentísticos. Con un decretazo excluyó a las estatales Petrobras, Correos y Empresa Brasil de Comunicación (EBC) del plan de privatizaciones elaborado por el gobierno de Jair Bolsonaro.
Dispuso también un subsidio de 30 dólares por hijo a cada trabajador sin ingresos registrados. En el plano ambiental, reestableció el Fondo Amazonia conformado con donaciones de Alemania y Noruega para contribuir con la protección de la Amazonia y que había sido suspendido por Bolsonaro en 2019, y revocó la ampliación de licencias para la explotación de recursos minerales que también había decretado el expresidente de derecha, incluso habiéndola autorizado para las tierras de los pueblos originarios.
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En el aspecto armamentístico, suspendió nuevos permisos para la compra de armas civiles y para la creación de clubes de tiro. La tenencia de armas en manos civiles había sido alentado por Bolsonaro durante todo su mandato, algo que Lula revertirá en los próximos años; también ordenó que se realizara un nuevo registro de todo el armamento adquirido por civiles en los últimos cuatro años y creó en el Gobierno un grupo de trabajo dedicado a definir una fuerte política de desarme de la población.
Brasil: Lula asumió su tercer mandato como Presidente y firmó diez decretos para detener políticas implementadas por Bolsonaro. pic.twitter.com/OOm7h4DVAa
— Televisión Pública (@TV_Publica) January 2, 2023
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¿CÓMO?
Otro de sus decretos revocó uno de las medidas que Bolsonaro había tomado en sus últimas instancias como presidente de Brasil: el de la confidencialidad de los 100 años para él, su familia y otros funcionarios.
El decreto resguardaba hasta 100 años, entre otros puntos, los datos de las tarjetas de acceso de los hijos del presidente y su cartilla de vacunación. Según el Diario Brasil de Fato, el decreto apuntaba a ocultar la información sobre las dosis de vacunas ya recibidas por el mandatario. No se sabe si se debe a que realmente no tomó las dosis, o si contradijo su propio discurso antivacunas y se la tomó a escondidas.
Para ello, Bolsonaro ha recurrido a una brecha regulada en la Ley de Acceso a la Información (Ley 12.527/2011) en su artículo 31. De acuerdo con la ley, los datos personales relativos a la intimidad, la vida privada, el honor y la imagen tendrían acceso restringido. "Independientemente de la calificación de confidencialidad y por un plazo máximo de 100 años contados a partir de la fecha de producción, a los agentes públicos legalmente autorizados y a la persona a que se refieren".
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Por otro lado, nombró a 37 nuevos ministros para su Gobierno. En él habrá once mujeres y dirigentes políticos de nueve partidos de un amplio espectro político.
Con sus nuevas medidas, también se habló de la moneda común para el Mercosur, y la creación de un Banco Común. El sociólogo y politólogo brasileño Emir Sader analizó, al respecto, sus decisiones en diálogo con Radio Nacional, y dijo que la moneda común "implica desdolarizar el comercio entre nosotros, significa debilitar la hegemonía económica estadounidense. Es un paso que otros bloques han dado; los BRICS lo hacen también".
Sader mencionó también que habrá "una reforma impositiva, para poder aumentar impuestos al 5% más rico del país para hacer políticas sociales para el otro 95 % que lo necesita".
En otras noticias, Lula ya ha recibido al presidente Alberto Fernández este lunes hacia el mediodía, y el 23 de enero estará en suelo argentino.
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